Nada

En el año 1654 de nuestra era, un hombre, llamado Gastreño Reducto Roble, confeccionó una máquina que nadie sabe como funciona. Expertos en nada dicen que este aparato solo puede hacer cosas como absolutamente nada, pero sirve para muchas cosas.
El ayer y el hoy de las modas nos relatan las historias mas imponentes sobre esta maquina. El inmenso aparato, que confecciona nada, no se sabe como se prende pero no es a electricidad ya que no han encontrado ni un cable. Científicos de Austria analizaron el misterioso aparato durante 10 años exponiéndolo a toda clase de pruebas. En la conferencia de prensa del año 1963; Tior Gernión Kretero, físico núcleo impulsor de la ondas traslucidas de fenómenos redundante del la matemática quántica y acuática, declaro: Mij un dij in den baden sh¡chrenken von lajten. – Nadie entendió un carajo y se las tomaron enseguida a sus respectivos hogares quedando así vacíos de información. Todo quedó en la nada.
En 1975 se volvió a intentar hacer algo con la máquina. No pudieron ni prenderla- manifestó el licenciado en antologías precursoras de fuentes quemadas de la universidad de Fanastasia de la república Chueca, Alberto Gerundio Díaz Contados. Se cree que el problema viene de años anteriores cuando un grupo hippie se lo quiso fumar. El amorfo aparato, tan reconocido por la ciencia desinteresada en todo, fue robado por un grupo de fanáticos extremistas de la década del ´60. Muchos afirman haberlo visto en manifestaciones anti-todo con pancartas que rezaban “Si el aparato no hace nada, nosotros tampoco. Y acto seguido fumata general. El aparato quedó drogado!- se quejo por esos días el intendente de la ciudad.
Comienzos de los ochenta grupos de punk rock lo usaban para inyectarse leche condensada por las venas. El artefacto quedó deambulando por los esteros de lo bares mas relucientes y complejos de Europa. Claro está, sin hacer nada. Pero la gente gastaba fortuna en ver el aparato que no hace nada. Se quedaban contemplándolo durante horas y salían totalmente vacíos. Pero las colas llegaban a abarcar de 4 a 5 cuadras.
En argentina la moda de la máquina llegó en un punto clave. No pudieron traer el famoso aparato que no hace nada, pero se han creado programas de televisión con gente que hace lo mismo que el tan conocido artefacto. Modelos, vedette y actrices no hacen nada pero la gente las mira.
Luego de más de 30 años el aparato volvió a su país de origen donde los familiares de su creador han formado un grupo de estudiantes de nada. La tecnología del mismo sirve para nada y nada es lo que hacen los estudiantes de la ya tan famosa máquina.
Parece que saber hacer nada también llama la atención.


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